La hemorragia vítrea, también conocida como hemovítreo, es la presencia de sangre dentro de la cavidad del ojo. Esta cavidad está llena del humor vítreo, que se trata de una sustancia gelatinosa y transparente que contiene agua y que ocupa dos tercios del volumen del globo ocular. Asimismo, el cristalino se encuentra delante del humor vítreo, mientras que la retina se sitúa detrás. Por lo tanto, si se produce una hemorragia vítrea, la sangre provoca que el humor vítreo pierda transparencia, lo que conlleva que la luz no pueda atravesarlo y, por tanto, que se produzca una pérdida de visión.
Las hemorragias vítreas pueden ser debidas a:
La vitrectomía es una cirugía que debe realizarse principalmente para extraer el humor vítreo porque impide la correcta visión por ejemplo porque se ha producido una hemorragia vítrea, comúnmente producida por patologías como la retinopatía diabética o complicaciones de trombosis venosas retinianas.
También existen otros motivos relacionados con las siguientes patologías oculares:
La vitrectomía se realiza normalmente en una cirugía ambulatoria con una duración de entre media hora y varias horas y bajo anestesia local o general para dormir el ojo.
Durante la cirugía, el oftalmólogo realiza tres pequeños cortes o incisiones inferiores a 1 milímetro en la capa blanca del ojo, la esclera con el uso de un microscopio para ver el interior del ojo. El cirujano utilizará instrumental quirúrgico de pequeño calibre para realizar uno o varios de los siguientes pasos:
Una vez finalizada la cirugía, durante el postoperatorio, el oftalmólogo precisará de varias consultas de seguimiento, al menos, durante un mes.
Al día siguiente, el paciente podrá retirarse el parche oclusivo, no obstante, notará alguna molestia leve tras la intervención, sobre todo al parpadear. También puede tener el ojo rojo o sensación de cuerpo extraño.
Se recomienda no hacer movimientos bruscos con la cabeza y ejercicio físico intenso al menos durante la primera semana. La recuperación no es inmediata ya que al inyectar las sustancias de gas o aceite de silicona provocan las primeras semanas mala visión hasta que se va recuperando gradualmente.