En la definición de astigmatismo es importante recalcar que se trata de un defecto refractivo común y por tanto no de una enfermedad ni de un problema de salud visual. Un ojo tiene astigmatismo cuando la córnea no tiene la misma curvatura en todos sus ejes, es decir, existen diferentes focos o por delante o por detrás de la retina y se produce borrosidad tanto de lejos como de cerca.
La córnea adopta una forma elíptica u ovalada. El astigmatismo en la mayoría de casos es hereditario, es decir, se nace con este error refractivo aunque sus síntomas se manifiesten años más tarde. El astigmatismo se mide en dioptrías (signo negativo) entre los grados 0 y 180º.
El astigmatismo lo padece entre un 20-40% de la población y puede aparecer combinado con la miopía o hipermetropía. En esos casos se llama astigmatismo miópico o astigmatismo hipermetrópico, respectivamente.
Se produce porque el ojo es más corto de lo normal o porque la córnea es demasiada plana.
En el paciente hipermétrope los objetos se enfocan detrás de la retina y no sobre ella, a diferencia de lo que ocurre en un paciente emétrope (sin graduación).
En las personas jóvenes, si la hipermetropía no es muy grande, puede ser compensada con los músculos oculares y conseguir ver bien de lejos y aceptablemente de cerca, pero con la edad esta capacidad se pierde y se desenfocan los objetos de cerca y, más tarde, también los de lejos, lo que se conoce como presbicia.
Este tipo de anomalía, aunque no aumenta con la edad estrictamente, se puede incrementar gradualmente (un hipermétrope puede ver con normalidad hasta los 35-40 años, a partir de esta edad su problema se incrementa), aunque la cifra aumenta hasta en un 60% a los 70 años de edad.
Los síntomas pueden variar según la edad, el tipo de astigmatismo que se padece o incluso la graduación que se tenga. Cuanta mayor sea la graduación, más se distorsionarán las imágenes para el paciente.
Por tanto, aunque un astigmatismo leve no suele presentar síntomas, los pacientes con astigmatismo notan visión borrosa, tanto de cerca como de lejos, pese a no ser conscientes la mayoría de padecer este defecto refractivo.
También puede darse que perciban pequeños objetos o detalles a todas las distancias. Esto es debido al esfuerzo que hace el ojo para enfocar las imágenes.
Además, si el ojo también tiene hipermetropía, los pacientes pueden presentar dolor ocular o cefaleas ocasionales, sobre todo tras la lectura, así como fatiga visual, enrojecimiento de ojos, picor y dificultad para cambiar la visión lejana a la cercana y viceversa.
El astigmatismo no se puede curar, pero sí se puede corregir mediante el uso de gafas o lentes de contacto.
Sin embargo, hay diferentes técnicas quirúrgicas, que englobamos dentro de lo que llamamos cirugía refractiva láser para una operación de miopía y astigmatismo. Se trata de un proceso sencillo, rápido e indoloro que en Enfoque Visión realizamos con una plataforma láser de femtosegundo para que sea un procedimiento 100% láser más seguro. Hoy en día, es la técnica láser más avanzada que existe hasta el momento.
Para saber si un paciente es apto para la cirugía láser de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo dependerá de: